Un certificado SSL es un pequeño archivo de datos que vincula digitalmente una clave criptográfica con los datos de una organización. Una vez instalado en el servidor web, el certificado activa el candado y el protocolo https y, de esta forma, se habilita una conexión segura desde el servidor web hasta el navegador. Normalmente, el SSL se utiliza para proteger las transacciones con tarjeta de crédito, la transferencia de datos y los inicios de sesión y, más recientemente, se está convirtiendo en el estándar para proteger la navegación por redes sociales.

Actualmente hay disponibles tres tipos de certificados SSL: Validación Ampliada (EV SSL), Validación de Organización (OV SSL) y Validación de Dominio (DV SSL). Mientras que los niveles de cifrado son los mismos en todos los certificados, la diferencia radica en el proceso de inspección y verificación necesario para obtener el certificado.

Un certificado SSL ayuda a proteger la información confidencial de los usuarios, como contraseñas, información de pago y otra información personal. Además, los motores de búsqueda como Google favorecen los sitios web seguros, lo que puede mejorar el posicionamiento en los resultados de búsqueda.

Los certificados SSL tienen una fecha de vencimiento, generalmente de un año, después de la cual necesitan ser renovados. La renovación implica la emisión de un nuevo certificado SSL que reemplaza al anterior. Tambien existen opciones de renovación automática para facilitar este proceso.

Un certificado SSL de un solo dominio protege un solo dominio, mientras que un certificado SSL multidominio (también conocido como SAN o Subject Alternative Name) protege múltiples dominios. Por otro lado, un certificado SSL comodín protege un dominio principal y todos sus subdominios.